miércoles, 3 de diciembre de 2008

COMENTARIO EL CAMINO DE LAS LÁGRIMAS DE JORGE BUCAY

“El Camino de las Lágrimas”
De Jorge Bucay[1]
Por
Katia

El Dios en quien yo creo
no nos manda el problema,
sino la fuerza para sobrellevarlo.
Harold S. Kushner.

Resumen
El camino de las lágrimas comienza cuando nos conectamos con lo doloroso; con la perdida de alguien, (ya sea muerte o alejamiento) o algún objeto; debido a la cultura en la que vivimos, en donde nos han enseñado a sufrir por la muerte de un ser querido, a depender de alguien para realizar ciertas actividades, ha tener una “muleta” para seguir adelante y si no la tenemos, no podemos continuar y nos enfrentaremos a caminar por el “oscuro” camino de las lagrimas aunque este alejamiento o perdida de objeto sea para mejorar o crecer, no evita la pena; el dolor que ocasiona el fue, el ya no estará, el se perdió. Jorge Bucay menciona:
COMPENSA pero NO EVITA
APLACA pero NO CANCELA
ANIMA a seguir pero NO ANULA la pena
Y es así como inevitablemente nos sumergimos en el camino de las lágrimas; el cual tiene trazado los mapas, que si los conocemos ayudaran a llegar “más enteros” al final de camino. Estos mapas son nuestras percepciones, la forma en que vemos al mundo, como lo enfrentamos y asumimos, sin embargo estos mapas son nuestros mapas, no son el territorio; y es precisamente como hemos trazado nuestros mapas como enfrentaremos el dolor de la perdida.
Este camino inicia cuando se produce la perdida y termina cuando se supera esta. Sin embargo habrá que pasar por procesos (largos o cortos, de acuerdo a nuestro mapa) para llegar al final de forma satisfactoria.
En este camino interviene, obvio y necesariamente, la elaboración del duelo, que es un trabajo para enfrentarnos a la nueva realidad. Aunque es un trabajo difícil, es un trabajo al que nos hemos enfrentado durante toda nuestra vida, en grandes o pequeñas proporciones, al crecer vamos perdiendo un sin numero de cosas y personas, desde los amigos y maestros de la infancia, las escuelas, los empleos, etc.; incluso las personas y objetos que aun están con nosotros han cambiado, y por ende, hemos perdido a esa persona, que fue y que ahora conocemos, convivimos y aceptamos a la que es.
Sin embargo en nuestra educación hemos aprendido que no podemos vivir sin el otro, pero solo en muy pocas ocasiones, o nunca, nos damos cuenta que no podemos vivir sin nosotros mismos.
Y aunque suena incongruente toda perdida, otorga una ganancia, que es “un pasaporte para vivir mejor”, un análisis para reestructurar nuestras percepciones erróneas y poder mejorarlas; como el vivir día a día, con el compromiso visto así: día a día; aprender a desarrollar la habilidad de desear sin quedarme pegado a este deseo, en aceptar la conexión y la desconexión con las cosas.
“Elaborar un duelo es aprender a soltar lo anterior. Sin embargo, si tengo miedo de las cosas que vienen y me agarro de las cosas que hay, si me quedo centrado en las cosas que tengo porque no me animo a vivir lo que sigue, si creo que no voy a soportar el dolor que significa que esto se vaya, si voy a aferrarme a todo lo anterior... Entonces no podré conocer, ni disfrutar, ni vivir lo que sigue.”

Y es precisamente como al aprender a aceptar la perdida y aceptar lo nuevo, lo que nos proporciona un crecimiento personal, lo que nos enseña a madurar, lo que nos abre un panorama para nuevas experiencias…para “vivir”.
Pero en este camino, existen senderos, que nos alejan del final. Uno es un supuesto atajo, otro un desvío que conduce a una vía muerta Negación.
El proceso de duelo siempre nos deja solos, impotentes, descentrados y responsables, pero sobre todo tristes. La tristeza es normal y saludable, aunque displacentera, porque significa extrañar lo perdido. Aunque puede generar una crisis, permite luego que uno vuelva a estar completo, que suceda el cambio, que la vida continúe en todo su esplendor.
Cada tipo de pérdida implica experimentar algún tipo de privación y las reacciones suelen ser en varias áreas: psicológicas, físicas, sociales, emocionales, espirituales.
El duelo es el doloroso proceso normal de elaboración de una pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad. Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su ausencia.
Existen algunas recomendaciones para recorrer el camino de las lágrimas y
Sobrevivir a este:
1.-Permitiste estar de duelo.
2.- Abre tu corazón al dolor:
3.- Recorrer el camino requiere tiempo.
4.- Sé amable contigo.
5.- No tengas miedo de volverte loco.
6.- Aplaza algunas decisiones importantes.
7.- No descuides tu salud.
8.- Agradece las pequeñas cosas.
9.- Anímate a pedir ayuda.
10.-Procura ser paciente con los demás.
11.- Mucho descanso, algo de disfrute y una pizca de diversión.
12.- Confía en tus recursos para salir adelante.
13.- Acepta lo irreversible de la pérdida.
14.- Elaborar un duelo no es olvidar.
15.- Aprende a vivir de "nuevo".
16.- Céntrate en la vida y en los vivos.
17.- Define tu postura frente a la muerte.
18.- Vuelve a tu fe.
19.- Busca las puertas abiertas.
20.-Cuando tengas una buena parte del camino ya recorrida
Dentro del proceso de la elaboración del duelo nos enfrentamos con distintas etapas como el enojo con la persona que se fue y la culpa, por enojarnos, por no haber hecho tal cosa o dejar de hacerla, con la desolación, que e sla verdadera tristeza,
Después de recorrer todo este camino, tenemos que retraernos, darnos cuenta de esta sensación, la sensación de eternidad de su ausencia. Nos damos cuenta de que las cosas no van a volver a ser como eran y no sabemos con certeza pronosticar de qué manera van a ser. Y tomo absoluta conciencia... y siento la sensación de ruina...como si algo hubiera sido arrasado dentro de mí... Así me siento... como si de mi interior sólo hubieran quedado escombros. Este es el momento más duro del camino.
Las etapas de un duelo normal son:
1. Incredulidad: Negación Confusión - Llanto explosivo
2. Regresión: Berrinche - Desesperación
3. Furia: Con el causante de la muerte Con el muero por abandono
4. Culpa: Por no haberlo podido salvar. Por lo que no hicimos Impotencia. Desasosiego
5. Desolación: Seudoalucinaciones Idealización Idea de ruina
6. Fecundidad: Acción dedicada Acción inspirada
7. Aceptación: Discriminación Interiorización
Aunque este debe ser el proceso normal, existes como anteriormente se menciono, atajos y otros senderos, que nos obstaculizan la superación de este camino, y es ahí cuando aparecen los duelos patológicos.
Es importante que la persona que vive un duelo tenga ayuda de personas cercanas, lo difícil es saber como ayudarlas, la manera mas adecuada es escuchar a la persona, aunque llore, esa persona lo que necesita en esos momentos la cercanía, la compañía y el afecto. Lo que más necesita el que está de duelo, es una oreja para poder hablar, un espacio para sentirse débil y un hombro para llorar.
La psicoterapia es una herramienta muy importante e imprescindible para la superación de un duelo.
Pero lo más significativo del acompañamiento es, como su nombre lo indica, la presencia: estar cerca en los, muchas veces difíciles, momentos finales.
Comentario
Profesional
Considero que este libro nos muestra la manera de cómo podemos cambiar el esquema de la persona que vive un duelo, de reestructurar el patrón de perdida igual a “terrible”, sino perdida igual a ganancia, a crecimiento personal, a MADURAR.
Nos lleva al análisis de los diversos duelos que hemos vivido y superado durante toda nuestra vida; y de la forma en que lo hemos logrado, con nuestros “mapas”, sin embargo, también nos abre al panorama al mostrarnos que nuestros mapas no son el territorio, que existen otras formar, maneras y caminos que podrían ser más adecuados.
Considero que es un libro imprescindible para la formación profesional del psicólogo, mas aun para el psicoterapeuta; ya que nos proporciona el entendimiento del duelo, los procesos, los tipos y las formas de superación de este, que nos otorgan las herramientas para poder realizar una intervención, psicoterapéutica de esta índole, además de servir al paciente a comprender su proceso.

Personal
Este libro me ayudo mucho a comprender algunos procesos por los que estaba pasando cuando lo comencé a leer. Alguna vez una profesora me dijo “cada quien tiene al paciente que necesita”, y ahora comprendo que no solamente es el paciente, sino que aplica para todas las situaciones de nuestra vida, es por ello que creo, que entre tantas opciones de libros, elegí este, porque era el que necesitaba en este momento.
Gracias a comprendí que siempre nos hemos enfrentado a perdidas, y las hemos superado, aprendí a entender mi duelo, a darme el tiempo para superar este, y aunque hoy me encuentro en una situación distinta, esta enseñanza me ayudara a enfrentar los duelos siguiente de manera mas adecuada, a buscar las ganancias, y crecer con esta experiencia…madurar!
Además de caer en cuenta de que lo único imprescindible en mi vida soy yo, que solamente no podría vivir sin mi; y con ello a valorarme aun mas, a proporcionarme mayor bienestar, para estar en armonía conmigo misma. Y con ello aprender a vivir con, sin y a pesar de la perdida, de la mejor forma posible, y la única responsable de ello soy yo, razón por la que el compromiso comienza conmigo, sin necesidad de depender de nadie, y aprender a aceptar la llegada y retirada de personas y objetos.
En conclusión me agrado leer este libro, considero que es una herramienta de gran utilidad para el crecimiento personal y mas aun para las personas que se encuentran en esta situación.

[1] Jorge Bucay es un psicodramatista, terapeuta gestáltico y escritor argentino